Pais A vs Pais B VII

Pasé la mayor parte de la noche en vela tratando de escapar en vano. Las cuerdas que me sujetan son muy fuertes y no tengo nada con que cortarlas; la cama es una unidad compacta, sin partes que pueda sacar para intentar algo. Es imposible escapar.

Miro por la ventana de la oficina la oscuridad de la noche. No hay nadie afuera, ni un perro callejero, ni siquiera un gato en celo. La calle permanece sola hasta que la veo a ella trotando. La veo, y me muevo ferozmente en la cama, quisiera alcanzarla para decirle que me voy, que no permaneceré más en este país y que aunque no esté muy bien en el mio, pues, me iré. Saldré corriendo, mejor, volando y la dejaré atras con su cuerpo esbelto y sus maneras delicadas y crueles; juro que si pudiera irme no la extrañaria. No pensaría en su boca, en su cabello, en su talle y lo suave de sus dedos...

Sin duda estoy en toda una crisis. ¿como es que pienso en ella y no en escapar? me vuelvo a agitar en la cama, me bamboleo de un lado a otro pero sin resultado. Pienso en los héroes de A y recuerdo que siempre los considere ridículos; por lo menos los recientes, los heroes de mis padres, aquellos de los que me hablaban en secreto, esos si eran heroes. Recuerdo a mis padres y me sereno.

La serenidad del recuerdo de mis padres funciona como un somnífero: duermo hasta el otro dia.

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