Buscando Tarpanes III
No entiendo como es que esos dos tontos están allí tirados sin hacer nada ¡solo el potrillo de Tarpán nos podría generar diez mil dólares! Voy de un lado a otro viendo como salir de esta terraza, afortunadamente encuentro otra escalera hecha en piedra que se interna en la gruta. Bajo por allí y en un momento llego a donde están los Tarpanes.
Cuento cuatro hembras ya adultas y dos potrillos. No veo el semental de esta pequeña manada. ¡Dios! ¿Qué ha sido eso? el padre de los potrillos se ha abalanzado contra mí y de no haber sido por mis reflejos, me hubiera roto la cadera. La manada corre entre Pachmuck y Chesik que siguen dormidos. Yo solo los veo alejarse sin hacer nada. Pasan la colina y después de un momento el semental se devuelve al trote, como el más manso de los ponys agita su cabeza y su crin marron clara se revuelve de un lado a otro. Pasa entre Pachmuck y Chesik y se acerca amistosamente.
- ¿Estás arrepentido de lo que hiciste? ¡Si no ha pasado nada! - El tarpán relincha y se apróxima amistosamente, le acaricio la cabeza y la crin; el se aleja trotando se detiene en la colina y viendo hacia mi, corcovea una vez y patea el suelo tres, luego relincha.
Camino hacia la colina, veo la piedra que el semental pateó, la reviso y noto que algo brilla. ¡Oro! ¡Oro! callo y sigo excavando, retiro en total quince pepitas; bellas, maleables y valiosas. Escondo el botín en mi bolso de cuero y resuelvo no comentar nada.
- ¡Por fin despiertan! ¡debe ser el olor a guiso de liebre con hierbas ! - Les digo a Pachmuck y Chesik.
Chesik se acerca a la olla y huele el guiso, Pachmuck prueba un poco con la cuchara de madera y lo aprueba.
- ¡Esta muy bueno occidental! - Dice Pachmuck. - ¡con hambre todo es bueno! replica Chesik provocando la risa de todos. Yo estoy nervioso.
- Occidental. -Me dice Chesik mirandome condescendiente.
-¿Si?
- Hemos decidido no compartir contigo los hongos smoggo que encontramos.
-¿Qué? -Digo con sorpresa genuina: habia olvidado lo valiosos que son esos hongos.
- ¡Este viaje ha sido un fiasco! ¡los Tarpanes están extintos y no sacaremos nada de algo que no puede venderse! - Dice Chesik.
- ¿Se quedarán con la venta de los hongos ustedes dos? - Veo que Pachmuck agarra la empuñadura de su cuchillo, yo uso el mio para cortar mi porción de liebre.
- Como te lo hemos dicho. -Estoy nervioso y aliviado a la vez, me doy cuenta de que sostengo mi bolso de cuero y lo suelto para no despertar sospechas.
- ¿Nos iremos de aquí?
- Cuando terminemos de comer nos iremos.
-¡Esta bien! - No puedo ocultar mi alegría. Me alivia salir de este sitio y dejar de andar con ellos.
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